EL TIEMPO DE MI PUEBLO

martes, 12 de febrero de 2013

Fiestas en honor a San Sebastian.

LAS FIESTAS DE ENERO.
Tradición y características

Son posiblemente las fiestas más emotivas de la localidad y las más queridas por los vecinos. Prueba de ello son las numerosas demostraciones de emoción, fervor y cariño hacia el patrón, que se dan a lo largo de los actos religiosos por parte de la gran mayoría de vecinos, quizá en especial de aquellos que emigraron hace años y regresan cada año para estar junto a los suyos y su patrón.

Orígenes

Las fiestas en honor a San Sebastián, tradicional santo protector, en La Guardia son de origen agricola, al menos desde la Edad Moderna. La tradición consistía en sacar la imagen del santo hasta las eras en donde se ablentaba la paja de los cultivos de cereales y que hoy llevan su nombre para que bendijera las cosechas.
“San Sebastián (mártir)”, tradicional santo protector por su carácter guerrero, fue un soldado cristiano martirizado por los romanos debido a sus creencias religiosas. Las salvas militares son un acto de homenaje castrense, a la vez que religioso dedicado a su martirio (una especie de fusilamiento con saetas flechas).
San Sebastián (mártir) fue un soldado cristiano (jefe de la guardia pretoriana) martirizado por los romanos debido a sus creencias religiosas. Las salvas o andanadas militares son un acto de homenaje castrense, a la vez que religioso dedicado a su martirio (una especie de fusilamiento con saetas -flechas-).
El hecho de que se asocie a la agricultura parece más derivado de la tradicional protección guerrera ante cualquier tipo de mal (augurios, meteorología adversa, plagas…) que una relación política (relativo a ciudad).

Salvas militares

Las salvas militares cargan el aire característico de estas fiestas con el intenso olor a pólvora, desde su salida del templo y a lo largo de todo el recorrido hasta su regreso al mismo, las calles se engalanan de arcadas cubiertas de ramas de pino y luces a lo largo del recorrido procesional.

San Sebastián, el protector de los «Quintos» de La Guardia

Así mismo, en los años en que aún estaba en vigor el mencionado servicio militar obligatorio, los «quintos» eran los orgullosos encargados de llevar al santo en procesión, ejerciendo prioridad sobre el resto de vecinos y quizá también con la obligatoriedad moral y religiosa, sino social, de la época.
Las naranjas que se les entregaban a los quintos eran una especie de amuleto de gran valor, sobre todo sentimental y nostálgico, para el «mozo» que solían guardar para siempre. Éstos, las llevaban consigo al servicio militar en símbolo de protección al amparo de su patrón militar San Sebastián. Era un ritual ineludible para cualquier quinto del municipio.
imagen del patrón es encerrada en su templo por la tarde-noche en su primera procesión.
Los vecinos se reúnen en el patio del convento alrededor del santo, los costaleros danzan al ritmo del himno nacional mientras San Sebastián es despedido entre los aplausos emocionados de los guardeños y las numerosas salvas, tanto de escopetas de caza como de tracas de petardos, en honor a la condición militar del santo.

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